L'escriptor Francisco de Quevedo (1580-1645) no va ser l'únic en criticar Catalunya i els catalans, tot i ser el que ho feia amb més contundència. D'altres escriptors com ara Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Antonio Maura, Salvador de Madariaga, Vicente Aleixandre o Rafael Sánchez Ferlosio tampoc van dubtar temps enrere en atacar Catalunya amb arguments, en molts casos, similars als que s'utilitzen avui en dia.
A Quevedo, que té un carrer dedicat a Barcelona, se li atribueixen sentències sobre els catalans com ara "el catalán es la criatura más triste y miserable que Diós crió" i que "son los catalanes el ladrón de tres manos", de l'obra El Buscón, o "en tanto en Cataluña quedase un solo catalán, y piedras en los campos desiertos, hemos de tener enemigos y guerra".
També considerava sobre els barcelonins que "podrán más facilmente negar que son catalanes que no el ser temerosos" i titllava de "sátrapas" a “los diputados, concellers, los cien concellers”, a més de la ja coneguda opinió segons la qual "son los catalanes aborto monstruoso de la política". És per aquest motiu que exigia "desprécialos por vasallos y entretenlos por discordes".
Segles més tard, l'escriptor, poeta i filòsof Miguel de Unamuno (1864-1936) denunciava la "petulante vanidad de un pueblo que se cree oprimido" i explicava una anècdota segons la qual "se me quejaba un alemán en Barcelona de que los comercios le contestaran en catalán: tenía razón de quejarse; el catalán será en Catalunya la lengua doméstica para hablar en casa, pero para hablar a un extranjero hay que hablarle en español, que es una lengua internacional".
Per la seva banda, el novelista espanyol Pío Baroja (1872-1956), assegurava que "los catalanes han tenido la habilidad de lanzar el sambenito de judíos a los demás españoles, cuando precisamente los judíos son ellos. (...) El aspecto, las aptitudes, la classe de arte que se hace en Cataluña; todo tiene carácter marcadamente semita".
També l'estadista i escriptor Antonio Maura (1853-1895) minimitzava el sentiment nacionalista a Catalunya i afirmava que "el problema catalán sólo es cuestión de cincuenta años de administración honrada".
L'escriptor i poeta Vicente Aleixandre (1898-1984) alertava durant el congrés de poesia celebrat a Segovia el 1952 que "los catalanes no se contentarán con publicar sus libros en catalán, lo que es enteramente justo, sino que en una nueva etapa, cuando llegue, si es que llega, la democracia, querrán que toda la enseñanza en Cataluña se dé en catalán, y el castellano quede completamente desplazado, y se estudie solo como un idioma más, como el francés".
"A esa desmembración lingüística me opondré siempre, como se opusieron Unamuno y Ortega en el Parlamento de la República", recordava.
Salvador de Madariaga (1886-1978) era diplomàtic, escriptor, historiador i pacifista espanyol. Aquest es preguntava "¿qué entiende Cataluña por opresión? ¿Quién la oprime? ¿Un Estado extraño y antagónico? ¿O, como en las demás provincias españolas, un sistema de oligarquías ‘locales’ actuando a través del Estado central?"
"Porque el problema de la lengua, con su absurdo acumulamiento de perjuicios, es cosa aparte y única. Dígase: 'Se nos coarta el uso de la lengua catalana', no se nos diga: 'Se nos oprime'", sentenciava.
Finalment, Rafael Sánchez Ferlosio, nascut el 1927, afirmava que "creo que vascos y catalanes ya no se dedican a otra cosa en este mundo sino a andar como perdigueros o pachones con las narices día y noche en la entrepierna del pantalón de propios y extraños: se han ejercitado hasta tal punto en tales olfateos que son capaces de conocer hasta un dieciseisavo de sangre..."